- 08 de octubre de 2024
Los futbolistas naturalizados no han aportado nada relevante a la Selección Mexicana.
México tiene una población estimada de más de 130 millones de habitantes. De ellos, muchísimos, muchísimos, tienen predilección por el fútbol.
Entonces, ¿cómo rayos es posible que no podamos tener al menos a 30 sujetos que nos representen en este deporte y recurramos a naturalizados que no nos han aportado algo medianamente decente?
Y no nos aportan algo medianamente decente porque son jugadores de un tercer nivel en sus países.
¿Ustedes creen que el ´Guille´ Franco hubiera ido a un Mundial con Argentina o ´Sinha´ con Brasil? ¡Por supuesto que no!
¿Qué hicieron por la Selección Mexicana Gabriel Caballero, Leandro o Rogelio Funes Mori? ¡Nada!
Tampoco pasó nada relevante con Quiñones.
Y a pesar de los antecedentes, ahora se le abre la puerta a Germán Berterame. ¡Es insólito!
Dejo claro que la crítica que hago no es en contra de los extranjeros o de los que se naturalizan, sea por conveniencia o no.
La crítica es para la estructura del fútbol mexicano que es incapaz de formar al menos la ridícula cifra de 30 futbolistas competitivos en un país con más de 130 millones de habitantes.
Solo como simple dato, en Uruguay hay menos de cuatro millones.
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