- 02 de octubre de 2024
El técnico del club universitario no es bien querido por muchos aficionados auriazules.
Un entrenador que no es querido por la afición es un entrenador que está condenado al despido, es así de simple. Y ese es el caso de Gustavo Lema.
El técnico de Pumas no cuenta con muchos amigos entre los aficionados auriazules, menos ahora que el club universitario sufrió una escandalosa goleada ante el Seattle Sounders en la Leagues Cup.
Ese 4-0, propinado por un pinchurriento equipo de la MLS, es de los resultados que marcan, que ponen a cualquier director técnico contra las cuerdas.
A Lema de nada le servirá haberle ganado al América y calificado a Pumas a la Liguilla el torneo anterior o que en este momento se encuentre invicto y en segundo lugar de la clasificación.
Una falla más y se irá.
No es porque un servidor lo desee, ni porque alguna fuente me lo haya dicho, es porque así funciona en el fútbol y más en el mexicano.
Para que Lema salve la chamba tendría que tener un temporadón que lo reconcilie con la afición universitaria, de lo contrario estará viviendo sus últimos momentos en C.U.